Es muy frecuente encontrarse personas que con la excusa de que van al gimnasio, se llenan de comida pensando que ya lo quemarán… Y es que esta mentalidad de ir al gimnasio para poder comer todo lo que se quiere sin engordar no es la más adecuada.
Es evidente que nuestro cuerpo cuando realiza ejercicio gasta energía, de tal manera que si no ingerimos alimentos que nos proporcionen energía de calidad, antes de entrenar, no tendremos el suficiente combustible para quemar.
Cuando nos referimos «de calidad» no nos referimos a la cantidad, sino a que debemos dotar a nuestro organismo de lo suficiente para que podamos realizar con éxito la actividad física que deseamos realizar.
De poco sirve ir varias horas al gimnasio si antes no hemos tomado nada, ocasionando que al poco tiempo del inicio del entrenamiento nos quedaremos sin energía para continuar, trabajando a una intensidad no deseada, y como consecuencia la sesión no resultaría eficaz.
Las comidas y suplementos previos al entrenamiento nos permitirán tener una mayor fuerza muscular, mejor resistencia, aportando la energía necesaria, quemando más calorías y grasa y aumentando la concentración.
Remarcar dos consideraciones antes del entrenamiento:
- Comer algo una o dos horas antes.
- Tomar un suplemento apropiado media hora antes.
Una alimentación adecuada puede consistir en:
Carbohidratos de bajo índice glucémico
Los carbohidratos nos aportan energía al cuerpo a través del entrenamiento. Si comemos un carbohidrato con un IG muy alto antes de entrenar, tendremos mucha energía al comienzo, pero rápidamente la perderemos.
Recomendamos tomar arroz blanco o integral, pan integral o pan de centeno, fideos integrales o avena.